Los artistas McGough & McDermott han convertido una vieja capilla londinense en un templo que rinde culto a Wilde, que nos dejó un día como hoy hace 118 años, y a otros mártires LGTB .
Oscar Wilde (Westlansd Row, 1854 – París, 1900) decía que la única diferencia entre un santo y un pecador es que el santo tiene un pasado y el pecador un futuro. Su epigrama ha resultado profético, porque desde octubre es posible venerar al autor de El retrato de Dorian Gray, hacerle votos, e incluso casarse frente a la estatua de madera que, canonizándole, han levantado los artistas McGough & McDermott en el altar de una vieja capilla de Londres, consagrada ahora a Wilde.
La cifra C33 que hay inscrita en el pedestal de la estatua del escritor se corresponde con la de la celda de la cárcel de Reading en la que estuvo encerrado dos años, el mismo tipo iconográfico por el que suele representarse a San Esteban acompañado de las piedras con las que fue lapidado, a San Clemente con el ancla que le sumergió en el mar, o al propio Jesucristo con la cruz. “Igual que Cristo, Oscar Wilde fue arrestado, juzgado y prácticamente ejecutado”, cuenta Peter McGough. “Destruyeron su vida”.
“Llevábamos muchos años queriendo fundar una religión. Después de leer intensamente sobre las distintas fes, descubrimos que casi todas rechazan o condenan a la familia LGTB. Así que se nos ocurrió que la mejor manera de dar la bienvenida a nuestra comunidad era dedicarle un templo a un mártir que, en su juicio, no negó la atracción que sentía por otros hombres”
PETER MCGOUGH
El 30 de noviembre de 1900, al cabo de solo 5 años de su derrota en el juicio que le enfrentó con el padre de su amante –lord Alfred Douglas– y ser condenado por “grave indecencia” a dos años de prisión y trabajos forzados, Oscar Wilde completaba su martirio muriendo de una meningitis en su exilio de París. Su Pasión es precisamente el tema de Las estaciones de la Cárcel de Reading, una serie de pinturas de McGough& McDermott que recorre las paredes del Templo de Oscar Wilde contando distintas escenas de su vida como la subasta de su biblioteca, que tuvo que vender para pagar la multa al padre de Douglas.
Pero Oscar Wilde no es el único mártir venerado en su templo. Alan Turing, Harvey Milk, Jody Dobrowsk o Xulhaz Mannan son otros de los iconos LGTB a los que se puede adorar durante los próximos cinco meses en Studio Voltaire, la galería que ha organizado la primera exposición de McGough & McDermott en Londres. Lo recaudado con las donaciones, bodas, ceremonias de cambio de nombre para personas transexuales y demás actos que se realizan estos días en el templo servirá para financiar un programa de la Fundación Albert Kennedy dedicado a los jóvenes LGBT sin hogar.
“Llevábamos muchos años queriendo fundar una religión”, explica Peter McGough. “Después de leer intensamente sobre las distintas fes, descubrimos que casi todas rechazan o condenan a la familia LGTB. Así que se nos ocurrió que la mejor manera de dar la bienvenida a nuestra comunidad era dedicarle un templo a un mártir que, en su juicio, no negó la atracción que sentía por otros hombres”.
Construirlo les ha llevado 20 años. La estatua de Oscar Wilde y el resto de la hagiografía que compone este particular culto fueron expuestos en Nueva York en 2017, pero el templo de Londres es mucho más completo. Digamos que ha pasado de capilla a santuario. “La dimensión de esta instalación es mucho mayor”, dice Niamh Conneely, director de comunicación de Studio Voltaire. “Además de encargar nuevos trabajos como la finalización de Las Estaciones de la Cárcel de Reading, en nuestra galería se han recuperado pinturas clave de la obra de McGough& McDermott”. Por ejemplo, A Friend of Dorothy, 1943, sobre los distintos insultos que han recibido los homosexuales a lo largo de la historia, o Advent Infinite Divine Spirit, que ofrece un nuevo significado del acrónimo S.I.D.A., uno de los temas capitales de la pareja de artistas.
El propio escenario de la exposición es inmejorable, y no solo porque haya permitido hacer justicia a Oscar Wilde a solo unos metros de Clapham Junction, la estación en la que esperó el tren que le llevó a la cárcel de Reading mientras la gente le insultaba y escupía. “La galería de Studio Voltaire es una antigua capilla victoriana construida en 1896. Formaba parte de la Iglesia Wesleyana de Clapham”, explica Niamh Conneely. “Para crear el Templo de Oscar Wilde, hemos reemplazado la instalación eléctrica por candelabros, devuelto el nivel del suelo a su altura original recubriéndolo de madera, y forrado las paredes de papel pintado”. El cuidado de los detalles llega hasta el estampado del papel: está decorado con girasoles, la flor que llevó Oscar Wilde durante la gira de conferencias que dio en Estados Unidos para propagar el movimiento Arts & Crafts que ahora ha inspirado la decoración de su templo.
“Cristo predicaba el amor; Oscar Wilde, la belleza”, concluye Peter McGough. Está claro que su ejemplo ha cundido.
Fuente: Diario El País. DIEGO PARRADO 30 NOV 2018 –