Hace poco se conoció el caso de Eefje Spreuters, una mujer transgénero, oriunda de Países Bajos, quien quiere convertirse en monja.
Spreuters viene de una familia que le inculcó la fe cristiana desde muy pequeña y por eso quiere unirse a la Iglesia Católica.
En entrevista con la emisora holandesa ‘Radio 2’, Spreuters habló sobre el tema y dijo: “Siempre me he sentido mujer y me criaron muy religiosamente. He querido ir al monasterio toda mi vida (…) iré hasta el Vaticano y hablaré con el Papa si es necesario”.
También aseguró que trató de ponerse en contacto con un grupo de religiosas de su país para cumplir este propósito.
“Tuve contacto con las monjas de Brecht. No me pudieron contestar porque no sabían si podía ingresar como mujer transgénero”, comentó Spreuters durante la charla.
Según ‘Radio 2’, con relación a este tema, Rik Torfs, abogado especialista en temas eclesiásticos, comentó: “el Vaticano mantiene la visión antropológica de que el sexo biológico es inmutable (…) Para la Iglesia Católica, Spreuters sigue siendo un hombre y no podría entrar a un convento. Sin embargo, sí podría asumir un papel activo dentro de la comunidad religiosa como asistente parroquial o capellán en una prisión u hospital, pues estos puestos están abiertos para los laicos de cualquier género”.
Torfs mencionó, también, que el código eclesiástico actual no tiene alguna directriz para casos como el Spreuters.
Por otro lado, aunque la Iglesia Católica no se ha pronunciado sobre este caso en específico, sí ha abordado el tema de la identidad de género.
Hace dos años, la Congregación para la Educación Católica publicó un documento en el cual se mencionaba que los debates actuales en torno a la identidad de género son “ambiguos” y podrían “desestabilizar la institución familiar”.
En su momento, el escrito fue rechazado por la comunidad LGTBI, el cual calificó esto como una “herramienta perjudicial”.
Fuente de Información: eltiempo.com