Maximiliano Kolbe murió un 14 de agosto. Es el santo mártir con el triángulo rosa. “No sufrió la muerte sino que donó la vida”.
Maximiliano María Kolbe nació en Zdunskawola (Polonia). Y vivió desde 1894 a 1941. Era el superior del mayor convento franciscano del mundo (700 frailes), su vida fue apasionante y sencillamente insuperable, vivió por y para el amor.
“No olvidéis el amor”, son las últimas palabras de Kolbe, al salir por la puerta de su convento, detenido por los nazis. Maximiliano Kolbe, murió en el campo de concentración, en el «búnker del hambre», poniendo de relieve muy elocuentemente el tremendo drama de la humanidad del siglo XX.
El motivo más profundo de su mensaje parece ser el hecho de que en este sacerdote-mártir se hizo particularmente transparente la verdad central del Evangelio, la verdad sobre: “la fuerza del amor”.
Los nazis siempre trataban a los prisioneros de una manera inhumana y antipersonal, de manera que los llamaban por números; a Maximiliano le asignaron el número 16670. A pesar de los difíciles momentos en el campo su generosidad y su preocupación por los demás nunca le abandonaron.
Sin entrar en ningún tipo de especulación, es de notar tal como aparece en esta imagen, la Gestapo el colocó sobre el pecho el TRIÁNGULO ROSA con el cual se distinguía a las personas de orientación homosexual, con la cual murió. El 3 de agosto de 1941, un prisionero escapa; y en represalia, el comandante del campo ordena escoger a 10 prisioneros para ser condenados a morir de hambre.
Entre los hombres escogidos estaba el sargento Franciszek Gajowniczek, polaco como Maximiliano, casado y con hijos. “No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos” (Juan 15, 13). Maximiliano, que no se encontraba dentro de los 10 prisioneros escogidos, se ofrece a morir en su lugar. El comandante del campo acepta el cambio.
Luego de 10 días de su condena y al encontrarlo todavía con vida, los nazis le colocan una inyección letal. Allí murió el 14 de agosto con una inyección de ácido fénico y luego el día 15, fiesta de la Asunción, fue arrojado en el horno crematorio. Tenía 47 años.