17 de mayo de 1990, Una fecha que el mundo debe recordar.
Se cumple hoy una nueva fecha desde que la homosexualidad fue eliminada de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Momento memorable porque constituyó un reconocimiento tácito de que la orientación sexual es una característica propia de cada ser humano, y la homosexualidad es tan normal como cualquier otra expresión de la sexualidad que las personas manifiesten.
Y es exactamente a partir del año 2004 que se comienza gestar la idea de esta celebración como «Día Internacional», el cual se hace realmente efectivo en el 2005. Inicialmente se denominó «Día Internacional contra la Homofobia» (IDAHO, International Day Against Homophobia), pero luego se consideró necesario tener en cuenta a otras orientaciones sexuales. En 2009 se incluyó a la transfobia en el nombre de la celebración, por lo cual también se lo conoce como como IDAHOT (International Day Against Homophobia and Transphobia).
Desde el 2015 también se agrega a la bifofia, configurándose el nombre actual de la celebración: Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.
Es positivo destacar, que la idea original fue llamar la atención a las autoridades políticas, los medios de comunicación y a la sociedad en general sobre las situaciones de violencia contra la comunidad LGBT sobre los prejuicios y la discriminación que recibía esta Colectividad.
Tengamos en cuenta…
Reconocer que la homosexualidad no es una enfermedad ha sido un paso más en la lucha y concientización social respecto al valor que tiene estos Seres Humanos como Sujeto de Derecho, incentivando el respeto de las sociedades a su derecho a amar y ser amados en una forma visible, tal como lo hacen los demás integrantes de la sociedad.
Por el contrario, considerar esta orientación sexual como una afección, era solo una de las múltiples expresiones de la violencia contra la comunidad LGBT, muchas de las cuales hoy se siguen manteniendo.
Insultos, burlas y hasta campos de exterminios son simplemente algunas demostraciones de lo queremos decir, vejaciones que ningún ser humano debería recibir. Y sin embargo hoy, en este “adelantado “siglo XXI, nuestros familiares y amigos(o nosotros mismos) siguen siendo sometidos a estas terribles torturas simplemente por ser diferentes…
Pero no todo es malo, muchos avances se han conseguido en la legislación internacional respecto a la superación de la Comunidad LGBT como integrantes activos y honorables de la sociedad,; varios son los progresos en igualdad de derechos.
Como por ejemplo, la facultad inalienable a conformar una familia respetada social y jurídicamente, no solo mediante el matrimonio, sino también con la posibilidad de tener hijo; cambios de nombres para para las personas transexuales, leyes que intentan proteger a los jóvenes del flagelo del bullying homofóbica, entre otras condicionantes.
Instrumentos que han contribuido a otorgar dignidad, seguridad y confianza a miles de personas LGBT y a sus familias. Sin embargo, sabemos que la igualdad no ha sido conseguida plenamente. Pese estos a reconocimientos legales, en nuestro país y el mundo siguen existiendo muchísimos casos de discriminación hacia la mencionada Colectividad.
Los prejuicios siguen dirigiendo la conducta de muchos individuos, que por diversos motivos se niegan a reconocer que el derecho a elegir a quien amar es algo tan íntimo que ninguna persona debería entrometerse.
Aún siguen existiendo personas que catalogan a los seres humanos en base a esta distinción, negándose a aceptar, que la calidad de cada ser humano no depende de esta casual situación, sino de cómo está constituida su esencia.
Accidentalmente soy heterosexual, pero pude haber sido homosexual, transexual, bisexual o cualquiera de las etiquetas que hoy siguen vigentes. No hice nada para tener esta orientación sexual, ni a favor ni en contra, como tampoco lo hicieron mis amigos homosexuales; porque nadie es capaz de hacer primar su voluntad en este camino.
Por eso, honremos esta importante fecha, pero sin olvidar, a todas aquellas personas que hicieron posible esta conquista, facilitando de alguna forma, el trayecto a quienes actualmente siguen luchando porque una verdadera sociedad inclusiva sea posible.
A ellos, vaya nuestro saludo, y que todos los días, sean como el 17 de mayo de 1990.
Hacemos nuestras estas hermosas palabras inspiradas por la Prof. Profesora Sheina Leoni . Uruguay.
Fuente: Unidos por el mundo / Mayo, 2018.