Gerardo Jofre
Tácito, en el 69 d. C., informó que el ejército de 60.000 soldados de Vespasiano también tenía más de 60.000 seguidores de campo y esclavos. Los esclavos también lo eran de soldados al servicio de los legionarios. Resulta que los soldados romanos de servicio generalmente no se casaban hasta terminar el servicio, aunque hubo que si se casaron.
El papiro egipcio de Cattaoui, un documento griego del siglo II resume siete juicios celebrados entre el año 114-142 dC. En estos juicios, los prefectos romanos juzgaron ilegales los matrimonios de soldados romanos porque engendraron hijos mientras estaban en el servicio militar romano. Esta prohibición matrimonial romana, instituida por Augusto antes del siglo I, duró hasta el año 197 dC, cuando Septimio Severo la derogó. Antes, con Trajano se suavizó la prohibición, pues se permitía a los legionarios inscribir sus matrimonios no oficiales y en caso de muerte, heredaban sus pertenencias la mujer e hijos registrados. Además si la mujer no era romana, una vez terminaba el servicio militar romano ella y sus hijos adquirian la ciudadania romana. En el Evangelio de Mateo aparece un Centurión rogando a Jesús le cure a su “páis”. ¿Y qué es páis? Mucho antes de que Mateo y Lucas escribieran sus Evangelios, la palabra griega pais se usaba comúnmente para referirse a la pareja más joven en una relación del mismo sexo. El compañero más joven a menudo era un varón adulto, pero a veces era un adolescente.
La palabra “páis” significa “joven”, “muchacho” y no significa “sirviente”, porque como dice el Ariel Álvarez, cuando Mateo se refiere a un sirviente usa la palabra “doúlos”. Otro autor como James Neill sostiene que ambas posibilidades “páis” y “doúlos” son perfectamente compatibles, y dice que la palabra griega “doulos” usado de él en el relato de Lucas sugiere que incluso pudo haber sido un esclavo sexual.
Theodore W. Jennings Jr. y Tat-Siong Benny Liew escriben además que los datos históricos romanos sobre las relaciones patrón-esclavo y sobre las relaciones del mismo sexo entre los soldados respaldan la opinión de que páis en el relato de Mateo es el “amante de los jovenes” del centurión “, y que el centurión, por lo tanto, no quería que Jesús entrara a su casa por miedo quizás a que el muchacho se enamorara de Jesús en su lugar. DB Saddington añade que si bien no excluye esa posibilidad, la evidencia que los dos proponen no respalda ninguna de estas interpretaciones.
La historia del Centurión no existe en el Evangelio de Marcos. La teoría aceptada es que el material que no está en Marcos pero que se encuentra tanto en Mateo como en Lucas proviene de una fuente ahora perdida conocida como Q. Este pasaje es una anomalía ya que se cree que Q fue un evangelio de dichos, una lista de sermones y citas de Jesús sin otro material, pero esta historia incluye detalles de fondo. También sería la única historia de milagros que se originó en Q. Una posibilidad es que solo el diálogo estaba en Q, y tanto Mateo como Lucas agregaron los antecedentes de una historia oral compartida
En la antigüedad clásica, especialmente en Grecia, la homosexualidad se da freneticamente en la mitología griega. Hasta 20 dioses del Panteón matienen relaciones homosexuales, lo que nos indica que había una mayor aceptación de la homosexualidad en la antigua Atenas. Incluso Zeus eligió al joven mortal Ganimedes para servir como copero en el Monte Olimpo. La relación proporcionó la base de la costumbre de “paiderastia”, la práctica de los hombres griegos en aquella época. Se trataba de la más extendida forma de relación sexual homosexual y se daba entre hombres adultos y jóvenes adolescentes. Según James Neill, el término griego “páis” usado para el servidor en el relato de Mateo casi siempre tenía una connotación sexual. En apoyo de este punto de vista, señala que la palabra pais , junto con la palabra “erasthai” (amar) es la raíz de la palabra ” pederastia “.
Y no sólo dioses, también escritores como Heródoto, Platón,Jenofonte, Ateneo y muchos otros practicaron el amor homosexual en la Antigua Grecia.
Dentro del ámbito militar, en los ejércitos de la antigua Grecia se mencionaba principalmente a la tropa sagrada tebana en la que se daban prácticas homoeróticas u homosexuales entre los militares de los ejércitos griegos. Eran frecuentemente utilizadas tanto en el adiestramiento y entrenamiento militar, como para mantener la moral y fortalecer los lazos y el espíritu de combate de la tropa en tiempos de guerra.
El Batallón Sagrado de Tebas, una unidad militar separada del resto y reservada únicamente a hombres y sus jóvenes amados, es normalmente considerado como el primer ejemplo de cómo en la Antigua Grecia se usaba el amor entre soldados en la tropa para estimular su espíritu combativo.
En cuanto a Roma, las actitudes hacia la homosexualidad fueron diferentes según el contexto histórico, oscilando desde la fuerte condena hasta una considerablemente amplia aceptación e incluso pasando a ser una costumbre cultural en ciertas provincias. Usar a los esclavos para la satisfacción sexual del amo era considerado legítimo, incluso en contra de los deseos del esclavo. Por lo tanto era aceptable que un ciudadano romano adulto penetrara a su esclavo, ya fuera hombre o mujer, pero no estaba bien visto que fuera él el penetrado.
Con la llegada del Imperio Romano, la homosexualidad se dió frecuentemente entre las clases nobles y Emperadores. Trece de los primeros catorce emperadores romanos afirmaron ser bisexuales o exclusivamente homosexuales y dos de ellos se casaron con hombres. Un joven Julio César destinado en Macedonia tuvo una relación con el rey de Bitinia Nicomedes.
El Emperador Adriano, se enamoró del joven griego Antínoo. Tras su prematura muerte ahogado, Adriano erigió templos en Bitinia, Mantineia y Atenas en su honor, y hasta le dedicó una ciudad, Antinoópolis.
El Emperador Heliogábalo, a principios del siglo III se casó públicamente dos veces vestido de mujer y tuvo múltiples hombres amantes. Entre sus amantes estaban los soldados de su guardia personal que eran reclutados en las termas.
Mientras que entre los gentiles del mundo griego y romano estas prácticas podian ser toleradas y bien vistas, en el judaísmo abundan las críticas a las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Filón de Alejandría, la literatura rabínica o Josefo, por ejemplo, ofrecen evaluaciones negativas de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo entre Judios.
Con la llegada del cristianismo se proscribió la homosexualidad. Aunque el concepto “homosexual” es moderno como vocablo y esa palabra era desconocida en la Antigüedad. En el año 390 Teodosio I proclamó una ley prohibiendo definitivamente todas las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, castigándolas con la pena de muerte.
Así que en el siglo I d.C en la sociedad romana las prácticas homosexuales eran en gran parte aceptadas y luego tenemos soldados que no se casan durante su servicio en el ejército pero que tienen acompañantes, siervos, jovenes o esclavos. Por consiguiente el texto Mateo y Lucas sobre el joven amante del Centurión se adapta a la sociedad y costumbres romanas y griegas de aquella época.
Autor: Cris Conti.