Exclusión y Culpa.
Lo conocí en un concierto. Era músico.
Luego de unos años unos amigos me pidieron que lo visitara. Estaba padeciendo una enfermedad que lo tenía muy mal. Según decía la familia, era una posesión demoníaca.
No alcancé a llegar. Luego de un episodio psicótico este hombre decide acabar con su vida.La misteriosa enfermedad que nadie sabía su origen, ante la cual gente de su iglesia lo convenció que era un “demonio de muerte” que quería llevárselo, terminó siendo una bacteria en su estómago, diagnóstico que apareció días después del deceso.
Lo curioso, es que tanto la familia como la iglesia siguieron afirmando después de su muerte, que la enfermedad fue obra del demonio .
Eso, en psiquiatría, se lo denomina “demoniomanía” que es justamente un estado paranoico, psicótico o de desorden de la personalidad, en que el paciente se obsesiona con la idea de una posesión. Con todos sus síntomas.
Delirios, alucinaciones, deterioro físico, ataques de ira, hablar en lenguas extrañas, convulsiones, repulsión a cosas religiosas.
LO DEMONÍACO EN LA BIBLIA.
Los evangelios hablan de la realidad del mal, personificada en el “diablo”.
En aquel tiempo pre-científico, un mal que no tenía explicación, se le atribuía al diablo.
Una epilepsia, esquizofrenia, trastorno de personalidad, deformaciones físicas,etc.
Pero no solo eso. Alguien que sufría una enfermedad o una posesión se le achacaba el peso de la culpa, pues todos sus males eran causa de su propio pecado. Las personas sufrían además de sus males, la culpa por cargarlos.
JESÚS Y EL DIABLO.
Jesús tiene un encuentro con el diablo en el desierto, en un momento de prueba.
Pero lo satánico es la invitación de tomar el camino corto para ser mesías, usando el poder de Dios para su beneficio personal.
“Si soy el Hijo de Dios debo mostrarme como tal, dejar deslumbrados a todos con mis poderes y rendirme ante el diablo, quién me propone la posibilidad de hacer uso del poder absoluto para someter absolutamente a todos los reinos”.
El ACUSADOR.
El diablo también se presenta en la Biblia como el “Acusador”, es la imagen del fiscal que se mueve desde la retribución.
La pregunta a Dios en el libro de Job es “Tú crees que existe algún ser humano que te ame desinteresadamente???”
Según “el diablo” el universo debe moverse desde la retribución.
Por eso Job ama a Dios (según el diablo) y le sirve, porque le va bien.
Sugiere satanás, si a Job le quitan el piso de la prosperidad se vendría abajo su amor por Dios.
Si alguien hace algo bueno debe tener éxito. Esa lógica es la que aparece en todo el libro.
Lo expresan los amigos de Job.
Si alguien falla debe fracasar.
Si alguien es integro no puede ni debe sufrir.
Por eso nadie en el libro puede concebir que Job sufra y sea inocente.
Por eso el diablo se le llama “El Acusador”, porque no entiende la Gracia.
No entiende a un Dios que se mueve no por los códigos de la retribución.
Por ejemplo, Jesús es crucificado.
En la impotencia absoluta.
El diablo que en desierto le dijo “Si eres Hijo de Dios, sálvate convirtiendo en pan estas piedras” se fue por un tiempo y vuelve en la cruz proponiendo lo mismo, “Si eres Hijo de Dios, sálvate y baja de aquí”. Si eres bueno, no te mereces esto…
Si eres Hijo de Dios, él no debiera permitir este abandono. Sal de la cruz, bájate, salva tu pellejo!!!.
Pero Jesús no se mueve en esos parámetros, su vida nunca se resumió en la retribución. Sino en el misterio infinito de un amor desinteresado y confiado en su Padre.
De hecho resucita y no deslumbra al mundo con sus heridas.
No fue con sus enemigos a mostrarle su costado herido.
Porque no usó la resurrección como una evidencia para tapar la boca de sus verdugos, que sería lo que todos quisiéramos y haríamos.
Jesús resucita y se muestra ante los suyos para infundirles fuerzas. Para llenar sus corazones de una Vida Nueva.
El Diablo no entiende eso.
Le dijo una vez “Lánzate del techo del templo”, no pretendas ganarte el corazón de esta gente a tu estilo, estas personas quieren ver actos portentosos, señales, fundamentos irrefutables, milagros filmados en cadena nacional.
Pero ni fueron fundamentos irrefutables al estilo griego, ni milagros incuestionables al estilo de los milagreros. Fue amor, compasión, perdón, tanto que muchas veces cuando tocó a enfermos mandó a que nadie contara nada. Los milagros para Jesús no son para hacer campañas políticas ni publicidad religiosa, sino para demostrar que el Reino de Dios no quiere ver a seres humanos cargando fardos de angustias.
ENDEMONIADOS.
Lo complejo de pensar que ciertas realidades son producidas por demonios , primero , produce una sobre espiritualización del tema, hay personas que por creer que sus problemas son demonios entran en una paranoia terrible, como ya he visto un par de veces, hasta el punto del suicidio.
Hay casos clínicos, de familias que tienen algún hijo o hija que comienza a desarrollar un trastorno de personalidad con todo lo que eso conlleva.
Convulsiones, voces de su interior, gritos, su personalidad producto de factores de su infancia golpeada se quiebra en mil pedazos inconexos y desde ahí emergen retazos de sus rabias, tabúes, deseos reprimidos, violencia, etc.
Aquellos problemas que podrían haberse solucionado con la intervención de una terapia psiquiátrica, psicológica y pastoral terminan a veces de la mano de curas, pastores o chamanes que rechazan las ciencias y van de sesión en sesión intentando ” sacar” el demonio.
Pero la ciencia se levanta victoriosa pues casi siempre el paciente que deja los fármacos y entra en estas “liberaciones” termina suicidándose o internado en un centro psiquiátrico ahogado por sus delirios.
En una entrevista con un profesional de la salud mental me explicaba que la mayoría de las veces que alguien viene con ideas de “posesión” esta persona justamente proviene de una familia religiosa, él me contaba que ha visto casos donde aparecen síntomas de “posesión” de rechazo a lo religioso, pero luego de hurgar en la vida del paciente se da cuenta que ha sufrido cosas terribles de mano de personas religiosas de su propia familia o de la comunidad de fe. Casi siempre son violaciones o abusos de diferente tipo.
Por qué es terrible decirle a alguien que está “poseído(a)????”
Decirle a alguien -Tienes un demonio- primero es llenarlo de culpas innecesarias , pues quién supuestamente lucha con “demonios” no sólo se siente terrible por sufrir con un “poder desconocido” sino que ahora se le adhiere la culpa por “haber hecho algo para que esa entidad entre” o por “no haber hecho nada para evitar que entre”.
Es terrible!!!
Sin negar que pueden haber casos donde el mal se haya entrampado en la persona sin explicación médica, lo mejor es descartar las “capas” de su supuesta causa y ver realmente cuál es la génesis de su sufrimiento, que puede ser, la reacción no resuelta a un trauma, un principio de esquizofrenia, un trastorno de ansiedad o simplemente una sobrecarga de delirios religiosos como excusa para evadir otro tipo de situaciones dolorosas y que pueden llevar a la persona a un estado paranoico.
LOS EVANGELIOS Y ENDEMONIADOS
Los evangelios hablan de realidades espirituales , primero , porque era una época precientifica donde un trastorno de personalidad se decía que la culpa la tenía la “luna”.
Hoy todos sabemos que la idea de alguien “lunático” es un modismo que quedó de aquellos tiempos, pero que no tiene peso .
Cuando los evangelios hablan de Jesús liberando a los oprimidos por el diablo, por el mal, quieren enfatizar su misión.
Él vino a dedicar su vida a ayudar a las personas sufrientes en toda la dimensión de sus dolores y además confrontando a los únicos autorizados en marginar religiosamente a los seres humanos diferentes.
Cuando Jesús libera e inserta en la sociedad a quien fue marginado, el mensaje a esos “sherif” de la religión es.
“Lo que su religión impotente no puede hacer, yo lo hago. En mi comunidad a esos seres humanos no se les desecha, se camina con ellos hasta que recuperen su dignidad”
Me explico, estas personas “endemoniadas” eran literalmente expulsadas de su localidad por los expertos en religión.
Eran “enajenados” que vagaban ejerciendo violencia a ellos mismos y ejerciendo violencia a los demás.
Jesús viene y los trata como seres humanos, ya no como animales. Luego los re-inserta en la misma comunidad que los rechazó.
El acto de liberar les otorga a aquellas personas la dignidad que ya no tenían, sobretodo cuando las vuelve a colocar en la sociedad que les había dado la espalda.
Algunos hombres de la ciencia cuando leen estos relatos descartan que estas personas realmente sean personas “poseídas” por la Luna, el diablo u otro ser maligno.
Pero ese no es el tema de fondo, uno puede no estar de acuerdo con el diagnóstico pero si de la presencia del dolor y el sufrimiento.
Otros dicen “Jesús es Dios encarnado no puede equivocarse, no podría decir a un epiléptico, aquí hay un demonio cuando no lo había. Si habló del diablo es porque así es”.
Estas discusiones son las que en último terminan a uno desviándose del mensaje de fondo en las liberaciones.
La ortodoxia cristiana afirma que Jesús es Dios encarnado en un hombre, pero las características psicológicas, sociales y emocionales de su fuero interno son y seguirán siendo un misterio.
Por lo pronto podemos decir que sin negar la encarnación , Jesús también es “hijo de su época”.
Solo un ejemplo. Jesús dijo que la semilla de mostaza es la más pequeña de las semillas.
Un botánico diría que no es así. Hay semillas más pequeñas.
Y así es. Hay más pequeñas.
Pero acaso eso Dios no lo sabía???
Nada que ver. Jesús como hombre aprendió de su mundo bajo las enseñanzas que estaban a disposición para la gente de su época.
JESÚS LIBERANDO DEL SUFRIMIENTO
Usted puede o no estar de acuerdo con la presencia de demonios en una persona enferma, pero eso no cambia las repercusiones de su dolor.
A eso vino Jesús, a proclamar el Reino de Dios también en actos concretos, ayudar a las personas envueltas en desgracias físicas y psicológicas a que primero, no se se sientan más culpables de lo que ya estaban y a recibirlos en una comunidad que no los viera como escoria sino como seres humanos.
Por eso mi pregunta para los cristianos de hoy.
Qué hacemos por las personas marginadas que han sido desplazadas por no encajar en nuestra manera de vivir???
Hacer una campaña de liberación como algunos distinguidos evangelistas o sacerdotes lo hacen no es algo tan difícil.
Un escenario, música , un predicador con autoridad, equipos de liberación o litros de aceite y agua bendita , escapularios, crucifijos y rezos.
Un evento donde se libera a gente del mal, se promete que la ciudad será libre, pero vuelve el día lunes y la ciudad y el país siguen igual.
Qué pasó???
Lo difícil sería ver las estructuras verdaderamente demoníacas que someten a nuestros países en la violencia y la injusticia y atacarlas de fondo.
Lo difícil sería no solo orar por alguien atormentado, sino amar a esos seres humanos fisurados por el dolor, acompañarles en amor y ayudarles a recuperar su dignidad humanizando esos ojos que detrás de tanta confusión mental piden ayuda.
Un caso que recuerda la Biblia…
El evangelio recuerda una historia, la del endemoniado del pueblo de Gadara (o Gerasa).
Jesús libera a un hombre enajenado, un ser violento que vivía a las afueras de la ciudad, los demonios le piden irse a los cerdos para luego lanzarse por el barranco.
Y lo que pudo terminar en final feliz, termina dramáticamente.
No sólo el hombre estaba poseído y preso de fuerzas hostiles.
El poblado también está poseído por el espíritu de las “riquezas cerdas”, esta gente prefería seguir aguantando la violencia del demonio, mientras no le tocaran los cerdos que vendían a las tropas romanas.
Hoy quizás pasa de igual manera.
Las riquezas desmedidas de nuestras sociedad conlleva violencia.
En las noticias se ven tantas muertes. Más de la que uno puede soportar, pero en el colectivo al parecer esto ya es normal.
Por ejemplo, las riquezas que conlleva el tráfico de drogas destino a los consumidores de EEUU deja en México y centro América una violencia aterradora con miles de muertos al año. Como dicen por aquí “USA pone el dinero, los narcos ponen la droga y nuestros países ponen los muertos”.
Todos sabemos que esa violencia es producto de la codicia cerda que conlleva este sucio negocio.
Pero como en Gadara, muchos preferimos aguantar lo inaguantable , pero que nadie toque nuestros cerdos.
Jesús liberó al gadareno pero no pudo liberar a Gadara.
Las liberaciones de Jesús también eran actos simbólicos que denunciaban una sociedad enferma.
Hay razonamientos, conductas que llevan a nuestra sociedad a la enajenación. Y eso, es lo realmente demoníaco que necesita ser extirpado para que como seres humanos recuperemos lo que realmente perdimos, nuestra humanidad.
xUlisesOyarzún.