1. Ninguna de las dos cosas.
  2. La Asociación Americana de Psiquiatría dejó de considerar la homosexualidad como “trastorno mental” en 1973.
  3. La Asociación Americana de Psicología y la Organización Mundial de la Salud están de acuerdo en que la homosexualidad no es un trastorno.
  4. El rechazo por parte de la familia y la sociedad puede causar estrés.
  • Ninguna de las dos cosas. Importantes asociaciones médicas y de la salud mental rechazan desde hace mucho tiempo la idea de que la homosexualidad es una enfermedad, un trastorno o un problema mental.
  • La Asociación Americana de Psicología indica que: “Más de 35 años de investigación científica objetiva y bien fundada demuestran que la homosexualidad, en sí misma, no está asociada con trastornos mentales ni problemas emocionales o sociales” La Asociación explica que la homosexualidad “es simplemente la manera en que una minoría de nuestra población expresa el amor humano y la sexualidad”.
  • La Asociación Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad de su lista oficial de trastornos mentales en 1973. Un informe publicado por la Asociación indica que la “homosexualidad, por sí misma, no implica ninguna deficiencia en el juicio, la estabilidad y la fiabilidad, ni en las capacidades generales de carácter social o vocacional”.

Tanto la Asociación Americana de Psiquiatría como la Asociación Americana de Psicología han hecho un llamamiento a “todos los profesionales de la salud mental para que contribuyan a disipar el estigma de la enfermedad mental que algunas personas todavía asocian con la orientación sexual”. La Organización Mundial de la Salud también ha eliminado la homosexualidad de su lista de trastornos.

Según la Asociación Americana de Psicología, los profesionales médicos habían considerado anteriormente la homosexualidad como un trastorno porque las primeras investigaciones sobre la homosexualidad se centraban principalmente en gays que estaban bajo terapia.

Cuando los expertos comenzaron a analizar información más general sobre los gays y las lesbianas –incluida información sobre gays que no estaban en tratamiento por problemas de salud mental– no encontraron ningún fundamento para la opinión anterior según la cual la homosexualidad era una enfermedad o un trastorno.

No hay ninguna diferencia entre la salud mental de los heterosexuales y la salud mental de los homosexuales que se base en la propia orientación sexual. Sin embargo, el aislamiento, la discriminación y el estigma social al que se enfrentan muchos gays pueden causar un considerable estrés emocional. El rechazo de la propia familia, los amigos y la comunidad religiosa puede tener efectos devastadores.

La Academia Americana de Pediatría indica que los problemas psicológicos y sociales de los jóvenes gays se deben principalmente al “estigma social, la hostilidad, el odio y el aislamiento”. La Asociación Médica Americana ha llegado a una conclusión similar y afirma que “la mayoría de los trastornos emocionales que los gays y lesbianas experimentan en relación con su identidad sexual no responde a causas fisiológicas sino que se debe más bien a un sentido de alienación en un entorno que no los acepta”.

Fuente:Rompiendo el silencio Avanzando hacia la comprensión.